Menos de la mitad de las personas, solo el 45 %, se siente segura por la violencia en la ciudad.
EDITORIAL
Cuando la cálida Puerta de Oro quiere saber qué está pensando y sintiendo su ciudadanía, acude a los resultados de Barranquilla Cómo Vamos, parte de la Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos, una iniciativa fundada en 1998 por la Cámara de Comercio de Bogotá, la Fundación Corona y la Casa Editorial EL TIEMPO. La encuesta mide la percepción ciudadana en distintas áreas y sirve como fuente de información de calidad, con una metodología validada para las autoridades, la academia, el sector privado y los hacedores de políticas públicas.
En su edición barranquillera, el programa cumple 15 años de historia. Los resultados de la última encuesta, que acaban de ser publicados, revelan tres preocupaciones que mencionan con recurrencia los habitantes de la Arenosa: salud, empleo y educación. El 73 % de los encuestados se sienten satisfechos con la ciudad como lugar para vivir, aunque el 28 % considera que la situación económica de su hogar ha empeorado: un aumento considerable en comparación con el 18 % de 2019 y el 11 % de 2015.
En conversación con este diario, la directora del programa, la politóloga Katherine Diartt, subrayó, además, dos hallazgos adicionales: la satisfacción creciente que los barranquilleros manifiestan sobre la red de parques del distrito y la alerta que los indicadores están enviando sobre los problemas de seguridad en la ciudad. Menos de la mitad de las personas, solo el 45 %, se siente segura, resultado que coincide con la irrupción de graves hechos de violencia en el área metropolitana de esta capital en el último semestre.
Barranquilla Cómo Vamos, así como sus pares en otras ciudades, es una iniciativa que merece ser apoyada y ampliada a más localidades del país. En una época en que los bulos compiten, a veces con ventaja, contra la información veraz, es necesario para la democracia que existan fuentes confiables y objetivas de conocimiento que permitan a la sociedad tomar mejores decisiones en pos del bien común.
EDITORIAL
editorial@eltiempo.com
